¡ESTO ES UNA LOCURA!
Jueves, 14 de Mayo, otra noche maravillosa de Copa Libertadores como tantas en La Bombonera, marco espectacular, cancha llena, cánticos, colorido y por supuesto cargadas al equipo rival. Se esperaba por el inicio, del que sería, el clásico mas importante de los 3 que se habían jugado en menos de 15 días. Boca y River se volvían a encontrar en una serie de eliminación directa de Copa Libertadores después de 11 años. La ultima, en 2004. Aquella vibrante semifinal en la que con un gol del flaco Schiavi en la ida y una emotiva tanda de penaltis en la vuelta, Boca obtuvo el pase a una nueva final continental que a la postre perdería con Once Caldas en Colombia.
Este partido, era tal vez, el partido del año en el continente, o por lo menos así nos lo quería hacer ver el periodismo argentino, que nos llenó de horas y horas de previa, que nos hizo revivir los momentos y partidos mas trascendentes en la historia del superclasico, que aunque ya no era el mismo que alguna vez hizo vibrar al mundo entero, conservaba su mística y su clamor de amor, garra y pasión por este maravilloso deporte.
Llegaba la hora del partido y los equipos salían a la cancha, una vez más, la hinchada de Boca dejaba ver por qué es llamada la mejor del mundo, bengalas, banderas, rollos y muchas cosas más engalanaban La Bombonera esa noche. Familias enteras coreaban y alentaban con un mismo fin, impulsar a su equipo a ganar el superclasico y dejar a su eterno rival sin aspiraciones de ganar la copa.
Boca tenia un pequeño plus de favoritismo frente a River, los números lo respaldaban, 18 puntos de 18 posibles en la fase de grupos y primero en el campeonato local daban muestra de ello. Sin embargo, River venía con la cabeza en alto después de su sufrida pero lograda clasificación a octavos y de haber sacado el marcador a favor en el juego de ida en el Monumental.
Empieza el partido, rueda la pelota en la Bombonera, espectadores neutrales e hinchas presagiaban un buen partido. Pocas llegadas en el transcurso del primer tiempo, un partido trabado en el que sobresalió más la entrega y la lucha de los jugadores que la presencia misma de buen fútbol, pocas aproximaciones y opciones de gol, un poco más para Boca que para River pero ninguna concretada. Se acaba el primer tiempo, El arbitro Herrera -quien después sería protagonista- dice que no se juega más, equipos al vestuario y a preparar lo que sería un segundo tiempo definitivo para sus aspiraciones de seguir en el torneo.
En el entretiempo, cánticos de la hinchada de Boca a todo pulmón se escuchaban en La Bombonera, el fervor y la competitividad que caracteriza a los hinchas argentinos se hacía notar. Pasados los 15 minutos de descanso, es hora de que salgan los equipos a la cancha. Lo peor, está por venir.
Se infla la manga para dar salida al equipo visitante, cuando de repente se oyen reclamos y se ve alterado al plantel de River, posteriormente se ve a Leo Ponzio salir de la manga hacia el centro del campo quejándose de un fuerte ardor en sus ojos y en su piel, tras él, salen Ramiro Funes Mori, Matías Kranevitter y Leonel Vangioni, quienes también se ven bastante afectados por lo ocurrido. Las personas que lo veíamos por televisión y muchos de los hinchas presentes en el estadio no sabían que pasaba. Unos minutos después se descubrió que esto se debía a que desde la platea de La Bombonera, un grupo no muy grande de personas había arrojado alguna clase de sustancia dañina dentro de la manga de River para afectar a los jugadores. Una vergüenza.
Pasaba el tiempo, todos en asombro, pero sin saber que hacer. La hinchada de Boca coreaba sus cantos en contra del equipo visitante, el popular ¨River decime que se siente¨ no se hizo esperar, mientras que, como si fuera poco el mal momento que estaban pasando los jugadores de River, un drone a control remoto piloteado por una persona desde la misma tribuna, sobrevolaba la cancha con una B gigante estampada, nada se podía creer, se habían roto todos los códigos.
Lamentable por donde se le viera, pasaba el tiempo y los jugadores del millonario no paraban de quejarse por el dolor, mientras que por otro lado, en un escandaloso acto de poco profesionalismo y de cero solidaridad con sus colegas, los jugadores de Boca decían que se tenia que seguir jugando, se plantaron en sus posiciones y exigían al arbitro que diera inicio al segundo tiempo. ¡ESTO ES UNA LOCURA!
Todo era un alboroto gigante, un acto de cobardía sin precedentes, D´onofrio y Gallardo hacían todo lo posible por ayudar a sus jugadores y por tratar de llegar a una solución. Ya habían corrido 75 minutos desde que empezó todo y el juez central junto con el veedor de la CONMEBOL aún no habían tomado una decisión, ¡OTRO ESCÁNDALO! esto era igual o mas vergonzoso que el acto de violencia mismo, era una muestra de la incompetencia y de la pasividad con la que se estaba llevando todo este problema.
Las tribunas de la Bombonera ya se hallaban semi-vacías, solo quedaban en ellas, algunos malos hinchas que seguían a la espera de qué más daño podían hacer antes de irse a sus casas. Después de casi una hora y media de incertidumbre el arbitro Herrera da por suspendido el partido.
Era hora de irse, ya no se jugaba más, o por lo menos no ese mismo día. Ahora el problema era otro. La evacuación de los jugadores de River, que estaban de rehenes en la cancha. Pasaron varios minutos después de la suspensión del partido para que los jugadores pudieran salir hacia los camerinos sin problemas. Botellas y toda clase de objetos eran tirados desde la tribuna mientras salían. Una vergüenza por donde se le viera, pero, al parecer, por fin todo había terminado.
Con el plantel millonario en el camerino, el equipo xeneize seguía en la cancha. Antes de abandonarla, impulsados por su arquero, hacen algo inesperado; levantan los brazos, saludan y le sonríen a los mismo hinchas que habían arruinado la noche y muy probablemente habían dejado a Boca por fuera de la Copa. Impulsados por Agustin Orion, tal vez uno de los tipos mas malaleche que tiene el fútbol argentino. El mismo que no sintió nada al romper a un colega en un partido por la Liga argentina. El mismo mercenario, amigo de estos malos actos, amigo de la violencia, y por supuesto amigo de la delincuencia.
¿Es esta una evidencia más de la gran crisis en la que está sumergido el fútbol argentino a raíz de los actos violentos y de la corrupción en sus dirigencias? La verdad, como seguidor de Boca y amante del fútbol, debo decir que lo que sucedido esa noche fue totalmente repugnante y nefasto, me sentí avergonzado de ver a un equipo al que le tengo tanto cariño ser protagonista de un papelón de talla mundial, de como unos cuantos inadaptados iniciaron con esto, y peor aún, como miles de ignorantes aplaudían y se mufaban con lo sucedido. Sentí dolor al ver como atacaban y manchaban el nombre del club mas grande, ganador y de más jerarquía en América, y sobretodo, por la forma en la que insultaban este lindo y espectacular deporte que tanto amamos.
Han pasado varios días, la CONMEBOL se pronunció, ya están asignadas las sanciones. Boca eliminado de la copa, algunos partidos a puerta cerrada y otros sin asistir como visitante, 200 mil dolares de multa que serán descontados en dineros entregados al club en premios y patrocinios. Sanción alcahueta, que aprueba e impulsa la violencia en los estadios, se le está diciendo a los inadaptados y delincuentes que atentar y dañar dentro y fuera de un estadio de fútbol vale la pena, están dando un mensaje claro: ¨Puedes ir a la cancha y hacer lo que quieras, igual no te va a pasar nada¨.
Solo queda dejar atrás este episodio, repudiar a los vándalos que dañan nuestro deporte y centrarnos en lo que mas nos gusta y apasiona: La Pelota.
Para terminar, queda una sola cosa por decir: ¡ESTO ES UNA LOCURA!
17 de Mayo de 2015
Wilson Giraldo - Futbol Champagne
Twitter: @wwilsongiraldo